Trikitrakatelandia es un paraíso reservado solo para las mejores personas, las más honestas y las que más se han esforzado por hacer el bien en su vida terrenal. Este mundo está equipado para maximizar el bienestar de cada persona, ya que estás destinade a estar con tu alma gemela, tienes tacotamales diarios, puedes volar, y eres vecinx de Maluma en su versión pelona. La gente vibra tan alto como whitexicans en Tulum y se respira tranquilidad.
Por el otro lado, Adamelandia es el equivalente al infierno, se concibe como un lugar de castigo y sufrimiento interminable, es decir, está situado en 2020: la pandemia. Es un lugar que se siente como no graduarse presencial, donde además la gente no deja de hacer bailes de TikTok e insisten por revivir el dab y tu desayuno diario es un hotcake de epazote. Básicamente, está diseñado para que sus residentes experimenten el verdadero ""mejor un taco de vidrio"".
Una persona llamada Jesús aka Chucho, un día despierta y se encuentra en Trikitrakatelandia, donde experimenta tanto alivio como sorpresa, pues reconoce que no es una persona lo suficientemente buena para merecer la felicidad eterna. Sin embargo, pronto se da cuenta de que su presencia ha sido un error administrativo y que, en realidad, es otro Jesús aka Chuy el que debería estar allí.
Desde su llegada, en Trikitrakatelandia, la gente se empieza a golpear el dedo chiquito del pie, se están apareciendo baches en el Periférico, las personas salen diagnosticadas como intolerantes a la lactosa, el transporte ahora pasa tarde (y no te da la parada) por el nuevo tráfico y sospechas que todos estos cambios se deben a su estancia prolongada en el lugar.